sábado, 1 de julio de 2017

Queen Esther... ¡Nada me faltará!.


 El domingo pasado, estuve en la iglesia, oraron por mi, y la Pastora me dijo unas palabras de parte de Dios que guardaré para mí (en su tiempo contaré mis testimonios, porque sé que la palabra de Dios se cumple).
 Lo curioso es que tengo una aplicación en el móvil que descargué llamada Santa Biblia que contiene el antiguo y el nuevo testamento y cada día al despertarme leo un versículo (cada día aparece en la pantalla de mi móvil un versículo para memorizar).
 El domingo pasado, el versículo de la Biblia que apareció en la pantalla fueron estas palabras: "...Nada me faltará". Salmos 23.1. Apareció exactamente así.
 Aquí viene lo bueno, lo sobrenatural: Mientras la Pastora oraba por mí entre otras cosas me dijo al oído: "Nada te faltará".
 ¡Me quedé alucinada!.
 ¡Nadie la enseñó mi móvil!.
 Sé que fue el Espíritu Santo que habló a través de ella, porque no solamente me sorprendió sino que me recordó que ese es mi salmo favorito.
 Me trajo a memoria como Dios me había cuidado en momentos de desesperación y angustias.
 Si ese Dios del que habla la Biblia es real, ¡Y mi memoria me dice que lo es!... ¡Nada me faltará!.

 "Haced memoria de las maravillas que ha hecho, De sus prodigios, y de los juicios de su boca". 1 Crónicas 16:12. (Biblia Reina valera 1960).

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